LOS ORÍGENES DE ROMA

LEGENDARIO:

Un príncipe troyano, Eneas se escapó de Troya. Tuvo dos descendientes, Amulio y Numitor. Numitor era rey de Albalonga. Amulio destronó a su hermano, el que tenía una hija, Rea Silvia (Rea significa hermosa).
Amulio hizo a Rea Silvia sacerdotisa, a cambio de que no tuviera hijos. Un día, Rea fué seducida por el Dios Marte y quedó embarazada; tuvo dos hijos mellizos; Rómulo y Remo. Amulio, al enterarse encadenó y apresó a Rea y mandó a que arrojaran a Rómulo y a Remo al rio Tíber. El Tíber se había desbordado, formando en las riberas charcas que impedian llegar hasta su cauce ordinario; sin embargo los ejecutores de las órdenes del rey creyeron que en aquellas charcas, no obstante su poca profundidad, podían ahogarse los niños, arrojándolos en la primera.
Una loba sedienta, atraída por el llanto de los niños, bajó las montañas inmediata y se acercó a ellos, y comenzó a lactarles.
Un pastor la encontró acariciando a los niños, encargándolos a su mujer Laurencia. Hay muchos que creen que esta Laurencia era una prostituta, a la que los pastores llamaban Loba.
Rómulo y Remo, ya adultos fueron reconocidos como los nietos de Numitor, y mataron a Amulio; volviendo a Numitor rey otra vez. Fundaron una ciudad en donde los habían criado, sobre la colina Palatina. Marcaron un círculo alrededor de la colina, donde Rómulo anunció que quien pasara de ese círculo sería condenado a muerte. El primero en pasar fué Remo, y Rómulo sin más remedio tuvo que matarlo. Rómulo le puso a la ciudad de nombre Roma, en honor a su hermano y se convirtió en el primer rey de Roma.





HISTÓRICO:



La península itálica fue ocupada desde el 1200 a.C. por pueblos de origen indoeuropeo: los italiotas. Otros pueblos que ejercieron una fuerte influencia sobre ellos: los etruscos en el norte y los griegos en las colonias de la Magna Grecia. En la zona del Lazio los estos pueblos se encontraron muchas veces. Los italiotas poblaron con varias aldeas las colinas al borde del Tíber. Los etruscos ocuparon el Lazio, rodearon las aldeas con una muralla unificándolas en una ciudad que luego sería Roma. Los últimos tres reyes de Roma fueron etruscos. Enseñaron a los romanos su alfabeto, su religión y sus técnicas de construcción. A fines del siglo VI los romanos se rebelaron, mataron al último rey etrusco y proclamaron la República.